sábado, 23 de febrero de 2008

Kraftwerk

Muy a principios de los 80, mi amigo Diego me grabó una cinta de los Kraftwerk. Era una música extraña, casi hipnótica, con unas letras escuetas salmodiadas en distintos idiomas (por ejemplo en Numbers). Enseguida me enganché a esta canción, The Model, que ya había sonado bastante en la radio:


En aquella cinta Basf estaban grabadas las melodías que abrirían el paso a la música Techno, como por ejemplo, The robots, la fantástica Neon Lights o Computer world, y tantas otras. Con el tiempo descubriría más temas inolvidables, como Radioactivity o Trans Europe Express. Los Kraftwerk llegaron incluso a componer el tema de la mítica carrera ciclista francesa: Tour de France, aunque aquello sería casi el canto del cisne para ellos.
Menos mal que la semilla del techno dejó aquí un magnífico caldo de cultivo del que salieron grupos tan interesantes como Aviador Dro, del que escribiré otro día.

The Jam

Hay grupos que seducen no sólo por su música o letras, sino también por su estética, su contexto histórico, o por el momento en que se cruzan en nuestras vidas. Este es el caso de The Jam.
Conocí a los Jam en las emisiones de radio de los 80, sobre todo con el tema de Town called Malice:

Después vino mi pasión por Londres y todo cuanto tuviese relación con esos felices años del rock y el punk británico. Y ahí quedan canciones irrepetibles como Going underground:


No voy a añadir más porque mi espíritu recorre ahora mismo las orillas del Támesis.